A escasos días de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires, aplacada ya la millonaria propaganda amarilla, el color que predomina es de luto. Con apenas horas de diferencia, una beba de cuatro meses, un niño de siete y otro de diez murieron a raíz de las condiciones precarias en las que se encontraban viviendo. Estos hechos, lejos de ser accidentes azarosos, son producto de la connivencia entre los funcionarios del PRO y grupos empresarios e inmobiliarios
El primer hecho ocurrió el lunes 27 de abril en un taller textil clandestino ubicado en Páez 2796, en el barrio de Flores. El segundo fue el martes 28 de abril en Juan B. Justo al 9300 en el barrio de Liniers. Es de público conocimiento la existencia de denuncias sobre talleres clandestinos que involucran a empresas cercanas a Mauricio Macri. Lo concreto es la inacción del Gobierno de la Ciudad para controlar que no haya trata laboral y la prevención necesaria para evitar este tipo de tragedias.
Esta es la injusta situación en que vive medio millón de habitantes de la Ciudad. El déficit habitacional es sin duda la problemática central que atraviesa no solo a los sectores porteños más humildes sino también a la mayoritaria clase media que no puede llegar a fin de mes con los alquileres y que ya ni siquiera sueña con tener una vivienda propia. La política de especulación inmobiliaria eleva a valores irrisorios los precios de compra y alquiler de las viviendas. Desde la pieza en la villa hasta el departamento en los barrios más pudientes, todo está interconectado en este sistema de valorización sin inclusión social, de especulación con expulsión, de casas sin gente y gente sin casas.
Desde el Movimiento Evita Capital denunciamos que el PRO nunca quiso debatir cómo resolver este fenómeno. Hemos propuesto discutir un impuesto a la vivienda ociosa, obtener una flexibilidad mayor en el otorgamiento de garantías por parte del Gobierno de la Ciudad. También hemos exigido que el PRO cumpla con las leyes de urbanización de villas que demora hace años, que no subejecute las partidas presupuestarias asignadas a la problemática y que deje de reducirlas. Hemos reclamado la creación de un Ministerio de Vivienda en la Ciudad que reconozca la situación e institucionalice las soluciones correspondientes.
La falta de vivienda digna constituye la columna vertebral de muchos de los problemas urbanos derivados. La narcocriminalidad en los barrios, la inseguridad, las condiciones sanitarias, las desigualdades educativas no van a terminarse mientras en la Ciudad de Buenos Aires vivan ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
Movimiento Evita Capital
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