8 de octubre de 2015

Estudiantes, graduados y docentes crearon el Observatorio Universitario de Violencia Institucional en la Faculta de Filosofía y Letras

El pasado viernes 25 de septiembre se realizó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA la primera “Jornada de acción y debate contra la Violencia Institucional”, organizada por el OBUVI (Observatorio Universitario de Violencia Institucional de Filosofía y Letras). La actividad tuvo como objetivo presentar el recientemente creado Observatorio compuesto por profesores, graduados y estudiantes de diferentes carreras de la facultad, y abrir la discusión acerca de la necesidad de abordar, desde distintas aristas, la problemática. 

La presentación estuvo a cargo de la secretaria de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la Facultad, Lic. Ivanna Lys Petz, quien saludó la creación formal de este espacio y lo enmarcó dentro de la política académica de la Secretaría, que en sentido amplio contempla la articulación entre la Universidad, el Estado y el Territorio. En este sentido, Petz subrayó “la importancia de generar este tipo de dispositivos para poder afianzar el vínculo entre la sociedad y la universidad, de manera que ésta deje de ser un ente aislado y pase a intervenir de manera activa y especializada en las problemáticas que la rodean”.

Durante la jornada se desarrollaron talleres y paneles que estuvieron a cargo de muchos de los equipos de investigación y grupos de trabajo que intervienen en la temática. En este marco, se llevó a cabo un taller a cargo de la Mesa Nacional de la Igualdad en el que se discutió y reflexionó sobre las representaciones sociales y la naturalización en torno a la violencia institucional a partir de un material audiovisual presentado por la coordinadora del taller, Lidia Pérez. A su vez, este espacio inició un importante debate acerca de las condiciones actuales del sistema penitenciario, en base a las propias experiencias de los talleristas y de los trabajos que vienen desarrollando desde hace muchos años en contextos de encierro, entre otros.

Luego del taller, se desarrolló una mesa de ponencias donde se presentaron diferentes equipos de investigación de la Facultad de Filosofía y Letras (Cátedra Libre de Derechos Humanos, Equipo de Antropología Política y Jurídica, Programa Etnicidad y Territorios en Redefinición, Programa de Extensión en Cárceles e Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género) quienes comentaron las investigaciones y actividades que vienen llevando adelante y destacaron la importancia de crear un espacio como el Observatorio en la casa de estudios para trabajar de manera específica este tema.

A su vez, miembros del OBUVI plantearon explícitamente su objetivo de poder contribuir a esta redefinición, ya que la Violencia Institucional no sólo es entendida como la violencia ejercida desde las fuerzas de seguridad y el aparato judicial, sino que intenta ser discutida y ampliada hacia otros tipos de violencias existentes desde las instituciones estatales y contra otros sujetos de derecho.

La jornada, también, contó con la presentación de diferentes observatorios y espacios de DDHH y Violencia Institucional de otras universidades y organismos nacionales, como el Centro de Justicia y Derechos Humanos “Eduardo Luis Duhalde” de la UNLa, el Observatorio de Memoria, Género y Derechos Humanos de la UNQui, el Observatorio de Derechos Humanos de la UNTreF, el Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social -UNLP, y el Observatorio de Violencia Institucional de la Carrera de Ciencias de la Comunicación FSOC - UBA Universidad de Buenos Aires. El objetivo de este panel fue mostrar las diversas experiencias y modos de organización que se vienen llevando adelante en el ámbito universitario. Cada una de ellas demostró tener un funcionamiento particular, con distintos objetivos, dispositivos y protocolos de trabajo e intervención que, según lo comentado por varios de los invitados, es una herramienta para re-pensar el rol que se pueden dar este tipo de Observatorios al interior de las unidades académicas.

Las ponencias de las distintas experiencias se enmarcaron en el proceso de conformación de un Área Universitaria contra la Violencia Institucional, cuyo objetivo es el de poder articular experiencias de trabajo para poder fortalecer y expandir las iniciativas que se vienen llevando a cabo de forma particular en cada carrera, universidad o diversos ámbitos académicos.

El cierre de la jornada contó con la presencia de Leonardo Grosso, Diputado Nacional y coordinador de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional; Raquel Witis, madre de Mariano Witis e integrante de la Dirección Nacional de Formación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Manuel Tufró, integrante del Equipo de Políticas de Seguridad y Violencia Institucional del CELS, que fueron moderados por Ivanna Petz. 

Previamente al comienzo del último panel, el secretario general del Centro de Estudiantes y militante del Movimiento Universitario Evita, Borja Villanueva, saludó la creación del OBUVI poniendo el acento en la importancia de la apertura de este tipo de espacios para el claustro estudiantil. Según Villanueva, “la Violencia Institucional es una problemática latente de nuestra democracia que no ha podido ser resuelta luego de doce años de un proceso de ampliación de derechos” y argumentó sobre “la necesidad de instalar la discusión en el seno de las trayectorias formativas de los estudiantes universitarios para que desde cada disciplina se pueda contribuir a la resolución del problema”

Por su parte, Manuel Tufró, hizo hincapié en la situación de algunas de las políticas de seguridad vigentes. Por un lado, la contundencia de los números que indican el aumento exponencial de la cantidad de presos en las cárceles federales y bonaerenses, y hacia el interior de ese número, la cantidad de jóvenes presos sin condena firme. Luego, hizo referencia al criterio de eficacia que se maneja para pensar ciertas políticas de seguridad actuales que miden el porcentaje de personas abatidas en enfrentamientos. Por último, Tufró comentó el problema sobre el estado policial permanente de los trabajadores de las fuerzas de seguridad en base a una estadística que indica que la mayor parte de las muertes por enfrentamientos se dan con policías fuera de servicio. En esta línea, el investigador, abrió la discusión acerca de la necesidad de portar un arma y estar en estado policial permanente las 24 horas. 

Raquel Witis, por su parte, puso el énfasis en los trabajos que se llevan adelante desde la secretaría de DDHH de la Nación, tanto en la preparación de materiales de divulgación como en la conformación de la Escuela de Derechos. Pero además, destacó la conformación del auditorio que la escuchaba y planteó la importancia de que sean los jóvenes quiénes se encarguen de llevar adelante y visibilizar esta problemática.

Por último, el diputado nacional y coordinador de la Campaña contra la Violencia Institucional Leo Grosso realizó un recorrido por las diversas formas adoptadas por la violencia institucional a través de la historia argentina a través de lo cual destacó que “esta violencia ha existido desde siempre, y siempre ha sido ejercida sobre los sectores populares”. Según Grosso, “la Argentina es Argentina hace doscientos años y hace doscientos años que existe la violencia institucional”.

Como corolario de ese recorrido sobre la caracterización histórica acerca de lo que ha sido la violencia institucional en nuestro país hizo mención a los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán en el año 2002 "el crimen de Maxi y Darío fue la expresión más nítida de la violencia generada por el modelo neoliberal de los 90. Si bien no fueron asesinados en los 90, vinieron a coronar esta lógica de la exclusión social que impulsaba a los piqueteros a reclamar comida y planes sociales". De esta manera, el diputado enfatizó en el componente de clase que estructura la violencia institucional, y lo vinculó con la situación general del país en un momento determinado. En este sentido, planteó que “si bien hoy, luego de 12 años de conquistas de derechos, hemos avanzado muchísimo, aún resta mucho por hacer en términos de seguridad. El problema ya no sería el de las fuerzas de seguridad reprimiendo duramente la protesta social, sino las fuerzas de seguridad que sostienen sus lógicas de exclusión y estigmatización sobre los jóvenes de los barrios más humildes”.

En este punto, el diputado planteó que el objetivo es el de construir una seguridad democrática con conducción civil, que pueda generar un nuevo vínculo con la sociedad, que garantice los Derechos Humanos y deje de lado las lógicas violentas, estigmatizantes y expulsivas, tanto a nivel penitenciario como en la tarea cotidiana de la calle. "Pettinatto, el jefe del servicio penitenciario de Perón dijo que las mejores cárceles eran las que estaban vacías. Esta es la línea que venimos planteando, la del Estado jugando un rol de prevención", dijo Grosso para remarcar esto último.

Para finalizar, el diputado nacional planteó que por ser un período electoral no debemos posponer la discusión de esta agenda sino que hay que lograr instalarla y discutirla con el conjunto de la sociedad para poder seguir avanzando en el proceso de conquistas de derechos. Y remarcó que “en ese proceso de avance deben estar incluidas también las Universidades, como órgano de consulta permanente en la generación de datos y contenidos que puedan sustentar las políticas públicas, como espacio de intervención y articulación territorial, y como un lugar de discusión y reflexión propicio para modificar las representaciones sociales que naturalizan las imágenes de los pibes y las pibas de nuestros barrios.”

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