Hace instantes se realizó la movilización que unió a agrupaciones kichneristas y de izquierda en un reclamo común hacia el Gobierno de la Ciudad. Bajo la consigna "Macri exigimos nuestro derecho a vivir en la Ciudad" el Movimiento Evita movilizó a 400 compañeros de los barrios más humildes de la Ciudad de Buenos Aires.
Los legisladores del FPV y referentes del Movimiento Evita, Jorge Taiana y María Rachid estuvieron presentes. Taiana manifestó hoy que "la gravedad del problema habitacional que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires, solo puede ser atacado seriamente con una firme decisión política que destine recursos suficientes y establezca un marco institucional, a través de la creación de un Ministerio de Vivienda, que impulse acciones concretas y efectivas que den respuesta a la falta de acceso a la vivienda que se vive en la Ciudad".
Taiana expresó su apoyo y acompañamiento a la movilización ante la falta de respuesta del Ejecutivo porteño y debido a "la inoperancia, ineficiencia y desprestigio que caracterizan hoy a los organismos gubernamentales porteños encargados de este tema, como el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y la Secretaria de Hábitat e Inclusión de la Ciudad".
Taiana opinó que "la situación habitacional en la Ciudad es muy preocupante" y advirtió que "es imperioso que se cree una institución que centralice, organice y encause todo lo referido a la puesta en marcha de un plan integral de vivienda para enfrentar el grave problema que viven miles de familias, en particular los más humildes y los jóvenes". Al respecto, el ex Canciller propuso que el nuevo Ministerio estimule la incorporación al mercado de las viviendas ociosas, desarrolle créditos accesibles para primera vivienda, flexibilice las condiciones de acceso al mercado de alquileres para familias con bajos ingresos e impulse un plan vigoroso de construcción de viviendas sociales.
En la Ciudad de Buenos Aires existen 16 villas de emergencia que en los últimos años se han densificado y crecido en altura, calculándose sus habitantes en 240 mil personas aproximadamente. Si a ese número se le contabilizan las personas que viven en asentamientos precarios, en conjuntos habitacionales, en inmuebles ocupados, en los predios bajo las autopistas, a las familias alojadas en hoteles, conventillos, viviendas transitorias y a los que están en situación de calle el número total de personas sin vivienda digna asciende a medio millón.
La situación de vivienda no solo afecta a los sectores populares, sino al conjunto de la sociedad, sobre todo a los sectores medios que no pueden conseguir un crédito para la primera vivienda, o cada vez se les hace más difícil pagar un alquiler. La política económica constante de especulación inmobiliaria eleva a valores irrisorios los precios de compra y alquiler de las viviendas. Ante ese marco el PRO nunca quiso discutir cómo reducir estos fenómenos y traer una racionalidad social al mercado inmobiliario.
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