3 de marzo de 2014

Comunicado del Movimiento Evita ante la toma de Villa Lugano


El slogan macrista "En todo estás vos" no parece interpelar positivamente a los sectores más humildes de la Villa 20 de Lugano. En todo caso, algunas herramientas de la política estatal se presentan antes mientras que otras no se presentan nunca: los vecinos reconocen primero los palos de la Metropolitana antes que la cara de algún funcionario del IVC.

Sin embargo, lo que se está viviendo en la toma de Villa Lugano es una manifestación coyuntural de un problema transversal a toda la sociedad porteña: la falta de vivienda digna. En nuestra ciudad existen 16 villas de emergencia que en los últimos años se han densificado y crecido en altura, calculándose sus habitantes en 240 mil personas aproximadamente. Si a ese número le agregamos las personas que viven en asentamientos precarios, en conjuntos habitacionales, en inmuebles ocupados, en los predios bajo las autopistas, a las familias alojadas en hoteles, conventillos, viviendas transitorias y a los que están en situación de calle el número total de personas sin vivienda digna asciende a medio millón.

Mientras que el PRO argumenta que las villas no paran de crecer debido a la pauperización de los sectores populares y de la inmigración interna, un dato basta para demostrar la falacia amarilla y entender la verdadera dinámica social de nuestra ciudad: el total de habitantes porteños se mantiene relativamente constante en 2.8 millones de personas durante las últimas décadas pero la cantidad de personas que viven en las villas duplica las del 2001. Entonces, lo que se describe es un proceso de reubicación, donde vivir en Buenos Aires es cada día más caro y dónde los vecinos se van mudando a zonas más baratas, más contaminadas y más vulnerables.

La situación de vivienda no solo afecta a los sectores populares, sino al conjunto de la sociedad, sobre todo a los sectores medios que no pueden conseguir un crédito para la primera vivienda, o cada vez se les hace más dificil pagar un alquiler. La política económica constante de especulación inmobiliaria eleva a valores irrisorios los precios de compra y alquiler de las viviendas.

Ante ese marco el PRO nunca quiso discutir cómo reducir estos fenómenos y traer una racionalidad social al mercado inmobiliarioEs necesario una ley de alquileres que le ponga freno a la especulación inmobiliaria a partir de un impuesto a la vivienda ociosa (hay 200 mil ociosas en la ciudad) y una reducción impositiva para aquellos propietarios que alquilen sus casas o deptos, una flexibilidad mayor en el esquema de garantias en que el Estado de la Ciudad sea el principal garante. Hoy un alquiler en una villa se acerca al alquiler de un monoambiente en un barrio de clase media. Es el castigo a la pobreza por no tener garantía en la ciudad. Una ley de alquileres le quitaría presión social al crecimiento demográfico en villas y facilitaría avanzar con las leyes de urbanización largamente postergadas por el macrismo como la ley 1770 demorada desde el 2005 al igual que el saneamiento de sus terrenos. Todas estas son medidas que rápidamente se podrían adoptar, sin embargo, esta imagen desoladora de años muestra el rostro más descarnado de la política macrista.

Es necesario modificar de raíz esta política que constituye la columna vertebral de muchos de los problemas urbanos derivados. La narcocriminalidad en los barrios, la inseguridad, las condiciones sanitarias, las desigualdades educativas no van a terminarse mientras en la Ciudad de Buenos Aires vivan ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Mientras exista esta situación van a seguir surgiendo tomas como la de Villa Lugano. La solución a la misma es de política social, nunca de política criminal. Con palos y gases, cuando no con muertos, solo se da una respuesta represiva, nunca una respuesta que atienda a los verdaderos orígenes de la desigualdad social.

Desde el Movimiento Evita repudiamos cualquier intento de solución violenta al conflicto de Villa 20 y seguiremos bregando por una política integral que logre terminar con la crisis habitacional que sufren los porteños producto del crecimiento de la especulación inmobiliaria amparado por el actual Gobierno de la Ciudad.

MOVIMIENTO EVITA CAPITAL

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