16 de diciembre de 2013

El Movimiento Evita Capital participó del 3° Congreso por el Derecho a la Vivienda Digna


El fin de semana pasado se llevó a cabo el 3° Congreso por el Derecho a la Vivienda en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. De la jornada participaron los compañeros y las compañeras del Movimiento Evita Capital que vienen desarrollando su militancia territorial en torno a las reivindicaciones por la urbanización e integración de las villas como así también el freno a los desalojos de casas recuperadas por personas en situación de vulnerabilidad.

Del congreso participó Sebastián Demiryi, Secretario Político del Movimiento Evita Capital, sosteniendo que "lo importante de este encuentro es poder avanzar no solo en propuestas de tipo político-técnico que den sustento al debate legislativo y a la política pública de la Ciudad, sino también y por sobre todas las cosas poder visibilizar el problema de vivienda ofreciendo un correlato a esas propuestas con fuerza popular organizada en las villas, en los inquilinatos, en los hoteles y casas recuperadas, en los complejos habitacionales y con todos los compañeros y compañeras que se les dificulta sostener un alquiler para vivir dignamente en Buenos Aires".

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, existe una gravísima y compleja situación habitacional que afecta a cientos de miles de personas: el crecimiento de la población en villas y el desarrollo de un mercado inmobiliario informal; el aumento de los desalojos con complicidad estatal; cien mil personas fueron desalojadas en el último lustro, y la magnitud de la cifra ahorra cualquier otro comentario. En esta ciudad más de 17000 personas viven en la calle, y 84 murieron en esa situación este año. Las nuevas ocupaciones en riesgo de desalojo permanente. El aniquilamiento de la ley 341 y el abandono de las cooperativas de vivienda sin terrenos ni presupuesto para iniciar obra; el encarecimiento y elitización del mercado inmobiliario formal que lo tornan inaccesible para amplias franjas de la población, por mencionar tan solo algunos puntos. 

Este es un modelo de Ciudad, excluyente y expulsiva, donde los derechos sociales y el derecho a la vivienda en particular, que debería garantizar el Gobierno de la Ciudad, son sistemáticamente violados.







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