19 de abril de 2011

México 1220: Los vecinos organizados continúan luchando por su derecho a una vivienda digna

Comunicado de Prensa

Ciudad de Buenos Aires, lunes 18 de abril
Centro Cultural y Productivo El Taller - Movimiento Evita- Comuna1

México 1220: Los vecinos organizados continúan luchando por su derecho a una vivienda digna

Desde el lunes 11 a las nueve de la mañana hasta el martes 19, los vecinos de México 1220 resistieron a la intemperie. En total son 23 familias que suman 105 personas y de las cuales la mitad son pibes, varios de ellos con problemas cardíacos y respiratorios, además de tres mujeres embarazadas de 6 meses. Todas las familias se han quedado acampando desde el primer día en la calle y no se ha sumado ninguna persona que no residía en la casa de México 1220.

En condiciones de extrema vulnerabilidad, se han organizado para soportar esta situación de la mejor manera y sostener la buena convivencia con los demás vecinos del barrio de Montserrat. Sostuvieron su postura ante la inclemencia climática y en condición de calle porque eran conscientes de que tenían que luchar por sus derechos, de esta manera consiguieron la fuerza.

El reclamo es por una solución habitacional digna y definitiva. La primera propuesta del GCBA fue de dar $400, dividir al núcleo familiar enviándolos a distintos paradores y sus pertenencias a depósitos. Ante esta oferta los vecinos decidieron luchar. Eligieron por medio de una asamblea, que permanecerían en el lugar del desalojo hasta que se obtenga una solución digna.

El miércoles 13, el Juez Gallardo, designado por sorteo a ocupar la causa “María Isabel Moreira y otros contra el GCBA y otros", ordenó una medida precautelar para que el día siguiente el GCBA presente un informe detallado sobre la situación y las acciones realizadas. Los funcionarios del gobierno de la ciudad se presentaron luego del horario límite dispuesto por el juez, diciendo que no contaban con la información solicitada y que necesitaban una prórroga para responder, a cuatro días de que los vecinos acampaban en la calle.

Ante esta situación, el Juez ordenó que el GCBA provea en forma urgente los elementos básicos para garantizar la subsistencia de las familias. El tercer día de acampe el Ministerio de Desarrollo de Nación, a través de la gestión del Movimiento Evita, proveyó a los vecinos de baños químicos, alimentos, frazadas y carpas. Aún hoy se espera el accionar del macrismo, que tan solo acercó frazadas de media plaza, ignorando la orden judicial y violando múltiples derechos constitucionales de niños y adultos.

Los vecinos están organizados con el objetivo de obtener una solución habitacional, no “plata”, como se empecinaron en remarcar los monopolios mediáticos mintiendo descaradamente (Ver Anexo I).

Esta organización no se logró por la emergencia del desalojo, es resultado de un trabajo sostenido durante mucho tiempo por la militancia. En este grupo humano existe un compromiso real y profundo que se evidencia en su participación en las distintas actividades. Este compromiso permitió sostener el corte de la avenida Nueve de Julio durante toda la semana (exceptuando el sábado, día en que se concurrió a un plenario del Movimiento Evita Capital), una marcha hacia el Ministerio de Desarrollo de Ciudad el martes 12 y un festival solidario el día domingo. Todas estas manifestaciones fueron multitudinarias gracias al apoyo de los vecinos del barrio, de las organizaciones que estaban al tanto de la situación y, principalmente, por la iniciativa de los protagonistas.

A causa de todo esto, se logró obtener una audiencia con el juez Gallardo, quién tomo dos determinaciones. Por un lado, dictaminó otorgar a las familias un subsidio de $700 durante diez meses para terminar de inmediato con la situación de calle. Por otro lado, obligó al (Instituto de la Vivienda de Ciudad (IVC), la Corporación del Sur y el GCBA a que el día 2 de mayo se reúnan con las familias constituidas en cooperativa para dar una solución definitiva a la problemática de vivienda. Para lograr este objetivo se otorgará un crédito hipotecario y se gestionará la obtención de un terreno y la construcción de la vivienda por mano de los vecinos.

Este conflicto delata la fuerza de la organización de los trabajadores y el coraje de pelear por una causa digna. De la misma manera en que delata la facilidad con la que los grupos de poder económicos criminalizan la protesta social al tiempo en que pisotean los derechos de los trabajadores.

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